Hey gente!!!! Hoy os traigo mi reseña del cuarto libro de Harry Potter.
CONTIENE SPOILERS!!!
Para empezar ya sabéis que soy una loca friki de Harry Potter a la que le encantaría tener clases de Defensa contra las artes oscuras, así que todos y cada uno de los libros de la saga me encantan y hacen feliz a mi parte potterhead, pero así como ya os dije que probablemente Harry Potter y el prisionero de Azkaban era uno de mis favoritos de los siete, este es uno de los que menos me gusta. No es la historia en sí, creo que toda la acción es genial, pero me da la sensación de que Harry gana todas las pruebas del Torneo de los tres magos demasiado fácilmente. Sí,sí, lo sé, es Harry Potter, incluso cuando solo sabía decir gugu gaga derrotó a Voldi, pero no me convence esa excesiva facilidad suya para pasar todas las pruebas siendo el más joven de todos los concursantes y el que menos conocimientos mágicos tiene (ya,ya, le ayudan en todas, pero aun así). Aparte de eso, también es en este libro en el que encuentro una de mis partes favoritas (el gran partido de Quidditch de los mundiales) y en el que Ron-Hermione empiezan a darse cuenta de que se gustan pero sin ser capaces de reconocerlo. Lo malo es que aquí también está la parte cementerio-hiper-tenebroso-y-vuelta-de-voldi-a-partir-de-una-monstruosidad y la muerte de Cedric ( ahí debimos sospechar que la autora ya empezaba a sacar su potencial de psicópata asesina de personajes) con lo que el mínimo protagonismo de Hufflepuff se va al garete (¿En serio J.K. Rowling no soporta hacer que otra casa a parte de Gryffindor gane algo?)
Pero bueno, aun eso merece la pena este libro como cada uno de los siete y os lo sigo recomendando mil quinientas veces porque esta saga es simplemente mágica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario