Que hay gente??? Bueno aquí estoy de nuevo con esta saga que me tiene sin soltar el libro. Al principio de la saga piensas: "no está mal, podría mejorar", pero ,sorprendentemente, desde el tercer libro con un cambiazo alucinante, la historia comienza a tomar un giro inesperado. En esta cuarta entrega hay muuuuuuuucho peligro (también hay reconciliaciones), y Rachel comienza a darse cuenta de que, no puede evitar tener manchas en su alma si con eso puede proteger a sus seres queridos. Es una bruja blanca, pero si debe hacer magia demoníaca no lo dudará.
Nick ( sí, ese pedazo de humano imbécil que da muy mala impresión sobre nuestra raza) está en problemas y se ha llevado consigo ni más ni menos que al hijo mayor de Jenks. Al pixie no le quedará otro remedio que aceptar la ayuda de su compañera Rachel y tragarse su orgullo; pero cuando todo esté en peligro por culpa de un objeto con miles de años de antigüedad y una maldición escondida entre su esquinas, tendrán que aprender a confiar entre ellos si quieren salir con vida de manadas de lobos salvajes y señores vampiros, aun teniendo el enemigo más cerca de lo que creen.
Aprendes a odiar a Nick y sientes la necesidad imperiosa de agitar a Rachel para que reaccione ( sobretodo en un puto del libro que casi no me podía creer ). Me gustó mucho porque da pie al siguiente libro y deja muchas cosas en el aire, pero me habría gustado que hubiese aparecido más Kisten.
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